El sustantivo “calor” es ambiguo y de allí su duda. Los sustantivos
ambiguos son aquellos que pueden presentar tanto el artículo masculino
como el femenino sin que se dé un cambio en el lexema: el sartén / la sartén, el azúcar / la azúcar, el maratón / la maratón, el interrogante / la interrogante, etc. En realidad son invariables ya que el distinto género no comporta ningún cambio de significado.
Se puede decir, entonces, el calor o la calor siendo correctas ambas posibilidades. No
obstante, la utilización de una u otra
forma nos permite conocer muchas veces el origen del hablante, su lugar
de procedencia, su actividad o profesión, etc. En la Costa del Perú,
por ejemplo, se utiliza más la forma el calor y en la Sierra la forma la calor; por otro parte, los marineros se inclinan por la mar en vez de el mar.
En conclusión se puede decir de ambas formas